El hallazgo del Centro Odontológico Eastman de Rochester, determina que un tipo de polifenol presente en las uvas negras puede interferir en la aparición de caries en los dientes al inhibir las bacterias que lo provocan.
Los polifenoles se localizan en las semillas de las uvas, por lo que para poder aprovechar estas frutas en su totalidad, estos compuestos son recogidos tras el proceso de prensado y fermentación como parte de los desechos. Esto en el aspecto económico, supone toda una ventaja.
Además, estos componentes podrían permitir también el descubrimiento de nuevos tratamientos para minimizar otras infecciones bacterianas, por lo que la medicina y la industria del vino podrían trabajar en conjunto para desarrollar nuevas investigaciones.
Noticia obtenida a partir de: Plantas que curan, Otra medicina, Diario médico.
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Sandra Gómez Gracianea